Divertido y didáctico vídeo del Estudio Ronda de Buenos Aires, que encontré hace un tiempo en Behance, para entender en que consiste el modelo de color CMYK.
Aunque a primera vista plantee esta pequeña explicación en tono de lucha encarnizada, no lo es ni mucho menos la que mantienen los modelos de color RGB (red, green and blue / rojo, verde y azul) y CMYK (cyan, magenta, yellow and black / cian, magenta, amarillo y negro). Sino más bien una convivencia, aunque algo tensa en ocasiones y más sencilla de entender de lo que parece en un principio. Esta diferencia es una de las que primero se abordan en el mundo del diseño y trae de cabeza a los no iniciados en sus primeros pasos. Por lo que es vital su simplificación.
CMYK
El modelo de color CMYK es el formado por los colores primarios que se obtienen con los pigmentos. En otras palabras, los que todos hemos aprendido en la escuela (por lo menos antes, cuando las pantallas no eran tan habituales como en la actualidad). Se parte de un papel en blanco, al que se añaden los tres colores primarios: cian, magenta y amarillo, a partir de la mezcla de los cuales se conseguirían el resto. Pero este es uno de esos casos en los que la teoría no cuadra a la perfección con la práctica y pese a que los libros aseguran que de la añadidura de estos tres colores debería salir el negro, en la imprenta surge un tono marrón nada agradable. Por lo que el negro se consigue directamente añadiendo tinta negra pura, de ahí la K que se suma a CMY.
En la teoría más pura, se podría decir que el modelo CMYK es sustractivo, ya que se basa en la capacidad que tienen las tintas de absorber y rechazar la luz.
RGB
Por su parte, el modelo de color RGB se basa en la añadidura de luces a la oscuridad (negro). De esta forma, en una pantalla completamente negra, como puede ser la de vuestro ordenador, tablet o móvil, se crean los colores por medio de la suma de las luces primarias: rojo, verde y azul. En este caso, las pantallas no cuentan con el defecto de los pigmentos y el cómputo de los tres colores da como resultado la ausencia de oscuridad: el blanco puro.